Presentamos una fotografía de FOTOTECA UAA en la que vemos a estudiantes de la Licenciatura en Medios Masivos de Comunicación en el Auditorio “Dr. Pedro de Alba” en evento académico alrededor de 1992, en el periodo del rector, Ing. Gonzalo González Hernández (1990-1995). En la foto aparecen Laura Elena González Castañeda, Verónica Rodríguez Arce, Diana Pichardo, Bertha Alicia Sánchez Acosta, Laura Margarita Guerrero Alonso, María de Lourdes Gaytán, Sofía Jiménez Muñoz, Norma Graciela Odgers Leriche y Agustín Vallejo Silva, entre otros.
Le pedimos a la L.M.M.C Bertha Alicia Sánchez Acosta, quien se desempeña como Asistente del Departamento de Extensión Académica, de la Dirección General de Difusión y Vinculación en la UAA, que nos contara sus recuerdos como estudiante de la carrera, y nos compartió lo siguiente:
“Mi experiencia.
La travesía es larga, los momentos cortos y la experiencia bastante. Que se puede decir de lo que significa ser alumno de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Recuerdo que cuando decidí estudiar Comunicación, soñaba con tantas cosas hasta que te incorporas a la práctica. Con el paso del tiempo he visto y veo las cosas maravillosas que tienen los alumnos en esta época, —uuuy que hubiera dado por tener estos aparatos; pero, creo que a cada quien le toca su momento y es bonito recordar todas las que pasábamos para realizar algún trabajo, una práctica, un ensayo.
Otro recuerdo imborrable es en la clase de periodismo, ¡qué barbaridad!, había muy pocas máquinas y teníamos que cargar con nuestro equipo, ir de un lado a otro para cuidarlo; porque en ese tiempo teníamos que cambiar de salón para ir a clase, lo que nos permitía convivir con chavos y chavas de distintas carreras, porque todos recorríamos varios edificios, un salón para cada materia.
Recuerdos bonitos tengo de mi andar por esta gran institución, revelábamos las fotos en unas tinas hechas con tambos; cuando grabábamos era una odisea, aprender a modular las voces dependiendo del programa, aparte de que frente a la cabina de radio teníamos el anfiteatro, donde hacían sus prácticas los alumnos de Medicina.
Había maestros de todo, unos pacientes, otros gruñones, sensatos, exigentes, pero todos contribuyendo con un granito de arena en nuestra formación. En la Universidad no había tanta infraestructura, eran pocos edificios, mis compañeros que llevaban vehículo lo estacionaba fuera del salón, Nos tocó inaugurar la cafetería del edificio 47, con grandes espectáculos, todas las tardes pululaban de diversión, donde brincábamos, jugábamos, reíamos sin parar. Qué tiempos aquellos, una de las mejores etapas, donde la responsabilidad no es tan grande, en la cual tienes que aprender, pero también ser feliz, convivir y tener experiencias.
Es muy reconfortante saber que soy egresada de esta casa de estudios, formadora de hombres y mujeres de lucha en su campo, reconocidos por su trabajo y entrega; hay que echarle todas las ganas y demostrar la formación que recibimos en esta casa de estudios, representarla dignamente, porque es la institución que elegimos para que nos formara en nuestra profesión, la que nos abrió el caminito para ser lo que somos.
Recuerdo que nos citaron en el Auditorio para entregarnos la carta de pasante a todos los alumnos del Centro de Artes y Humanidades fue con el Rector, el Ingeniero Gonzalo González y el Secretario General Santiago Cortés Chávez.”